
Pronto descubrió que el mundo era un trompo. Que el milagro iniciaba con el baile perfecto entre el suelo y la cuerda, provocando todo el tiempo a la ley de la gravedad y al equilibrio. Jorge Rivadeneira no es un físico. Es un humilde carpintero que en su vida descubrió 40 formas en las que un trompo puede girar y girar. Asombra, crea y deleita a la gente de su barrio, San Roque, donde algunos lo conocen como Campeón Mundial o El Rey.
Fernando Sandoval Jr