LLueve, 19:30, Carcelen Bajo, hay penales en la Copa de fútbol del Pacífico… No es momento para la alegría. Está cansada y tiene frío. “La vida puede ser un peso. Una se cansa de luchar señor...”. Me rodean sus hijos, ella esta nerviosa, su amigas se burlan, la tranquilizan, llegamos de sorpresa. Decenas de afroecuatorianas reciden en Carcelen, la gran mayoria son madres solteras, ninguna supo explicar porque. "Mayra" Hoy tiene una pareja más o menos estable “sabe, una no puede estar así, yo a veces me siento mal, necesito compañía. Con el padre de mis hijos somos muy amigos. En su momento hice todo lo posible para que fuéramos una familia, pero él es adicto a las drogas, así es la vida”.
paúl navarrete
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